Diez museos que no debería perderse



El catálogo de los grandes museos es relativamente conocido. Estaríamos de acuerdo que en lista de los museos imprescindibles deben figurar el Louvre, el Prado, el Hermitge, el Orsay, la Tate, el Metropolitan, el Art Institute de Chicago o los Guggenheim, entre muchos otros. Pero es evidente que en los últimos años hemos asistido a una verdadera eclosión del fenómeno museo. No hay operación de city marketing en las grandes metrópolis y ciudades medias que no sume a su estrategia la creación de un museo singular. Por eso, el catálago de museos sugerentes se ha ampliado y diversificado hasta el infinito. Éstas son algunas recomendaciones, algunos museos que no debería perderse.

Autostadt

No es, en sentido estricto, un museo. Pero el complejo automovilístico alemán representa muy bien la compleja mezcla de conceptos: un espacio simbólico, un centro de investigación, un parque temático y un museo de la técnica y del automóvil. Los museos post-modernos museizan la tecnología y tecnifican los espacios museísticos.

New Museum de Nueva York

Nueva York es una de las capitales del arte contemporáneo, porque alberga el Metropolitan, el MoMA y el Guggenheim. El New Museum es un claro ejemplo de la tendencia a crear continentes arriesgados, donde el edificio adquiere casi tanto protagonismo como la colección. Es la apuesta del Guggenheim bilbaino o el bellísimo MUSAC de Mansiña y Tullón.

Williamsburg

Uno de los espacios más desconcertantes del mundo. En este caso, la frontera entre museo y realidad se difumina definitivamente, de manera que esta colonia norteamericana es a la vez un espacio residencial y una meca turística. Los habitantes de Colonial Williamsburg participan del proceso de museización de la realidad, estirando el concepto de living history. Algo parecido están ensayando en Plimoth.

Chillida - Leku

El museo del artista vasco rompe la idea clásica del edificio y disemina 40 de las obras de Chillida en un jardín de 12 hectáreas. Cada pieza ha sido emplazada en un rincón del jardín, en un entorno natural que parece diseñado para albergar la escultura. Ibarrola fue más allá y utilizó los árboles como lienzos en el Bosque de Oma o el Bosque Encantado.

Museo del cine de Girona

El magnífico Museo del cine de Girona es en realidad un paseo por el precine, por los ingenios que precedieron a la invención de los hermanos Lumière. Se trata de una preciosa colección de objetos que evocan la pasión por las imágenes en movimiento. Lo mejor del museo son sus recursos audiovisuales, el esfuerzo por entretener.

Fábrica Nacional de Moneda y Timbre

El Museo de la Casa de la Moneda es un verdadero tesoro. Se trata de una de las mayores colecciones del mundo de numismática. La muestra permite contemplar la evolución de los billetes y las monedas y la capacidad artística asociada a muchas de estos elementos, tan materiales.

El restaurante del MoMA

Los museos ya no son sólo museos. Son también espacios educativos, centros de creación e investigación, tiendas y galerías... y también restaurantes y bares. Los restaurantes de los museos han ganado en calidad en muy pocos años. De hecho, la revista Forbes realizó su particular ránquing de restaurantes de museos y concluyó que el mejor establecimiento era el MoMA de Nueva York.

Museo del Templo Mayor

La versión americana del Museo Egipcio. El Museo del Templo Mayor, situado en el corazón de México DF, es una extraordinaria colección de restos arqueológicos de la antigua Tenochtitlán. Permite además acceder a las zonas arqueológicas de Tlatelolco y el Templo Mayor.

Parque de la Prehistoria

¿Es posible hacer un museo de la nada?. ¿Son las réplicas objetos museísticos?. El Parque de la Prehistoria situado en Tevenga propone un paseo virtual por los principales recintos prehistóricos de Europa, Altamira, Lascaux, Chauvet, Covaciella... En realidad, el museo está formado por reproducciones de espacios rupestres, que se ofrecen al visitante en una versión concentrada.

IMA Museum

Los museos han logrado aplicar las TIC a los ámbitos expositivos y, sobre todo, a la interacción entre visitante y museo. Seguramente la mejor aplicación tecnológica en un museo es la del IMA Museum, un verdadero laboratorio de la innovación en museología. Una forma creativa de mejorar los anodinos museos territoriales.

Publicado en http://www.clan-destinos.com/

Comentaris

Anònim ha dit…
Tomo nota Don. Gràcies. Como siempre
Anònim ha dit…
Yo ya he estado en 5 de los que pones ahi y recomiendo el Hermitage, es impresionante...saludos
Vida quotidiana ha dit…
El restaurant del MoMA està prou bé, arquitectònicament parlant. Gastronòmicament parlant, era un pèl "overpriced".
Anònim ha dit…
xxx

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